Casa Del Embajador es un hotel encantador y tranquilo, con un ambiente familiar que lo hace sentir como en casa. Las habitaciones son amplias y cuentan con una bonita decoración, y lo que más me impresionó fue la atención a los detalles, como las frutas frescas en la habitación. El desayuno buffet es excepcional, con una gran variedad que incluye zumos naturales y cruasanes recién horneados, servido en un patio encantador.

La falta de piscina podría ser un inconveniente para algunos.

No te pierdas el restaurante italiano L'Artista, a solo unos pasos. su pasta es excepcional y a buen precio.

encanto y tranquilidad con vistas impresionantes

Las habitaciones son muy espaciosas, con techos altos y una decoración cuidada que proporciona un ambiente elegante. Disfruté del desayuno en el patio, con su amplia variedad de frutas frescas y unos cruasanes que estaban deliciosos. Además, la piscina infinita ofrece unas vistas al mar que son verdaderamente relajantes.

Sin embargo, las sillas en las áreas comunes podrían ser más cómodas.

Un lugar encantador con impresionantes vistas al mar. La única pega, no hay piscina para refrescarse. Ideal para descansar.

Un refugio de tranquilidad

Despertar cada mañana con vistas al océano desde nuestra habitación fue extraordinario. El desayuno en el patio canario, rodeados de flores, nos llenó de energía para el día. La piscina infinita, aunque fresca, ofrecía un paisaje sereno para relajarse. La atención del personal, que nos brindó una botella de cava para celebrar un cumpleaños, hizo que cada momento fuera especial.

Es un hotel acogedor con un ambiente tranquilo y vistas espectaculares al mar, y además cuenta con un bar de autoservicio con una amplia selección de bebidas.

Disfrutamos de nuestra estancia con unas vistas al mar impresionantes y un delicioso desayuno buffet que incluía fruta fresca y croissants recién horneados. Pasamos un rato increíble en la terraza tomando el sol y en la piscina infinita relajándonos. Una pequeña pega fue que la limpieza a veces era un poco tardía, así que les recomiendo preguntar por eso al llegar. ☀️

Encanto y tranquilidad

El lugar es un verdadero oasis. Despertar con esa vista al mar fue increíble, y el desayuno en el jardín está lleno de opciones riquísimas, ¡especialmente los cruasanes! Aunque la piscina es un poco fresquita, es perfecta para chill out. A veces se sentía un poco de ruido de afuera, pero nada que arruine la experiencia.

Las vistas desde la terraza son impresionantes y el ambiente realmente acogedor te hace sentir en casa.

me sentí realmente como en casa, no tengo ninguna queja en absoluto

Estuve en un hotel pequeño con un ambiente familiar muy agradable. Las habitaciones son amplias y bien cuidadas, y hay atención a los detalles como fruta fresca. Sin embargo, el hotel no cuenta con piscina, lo que podría ser un inconveniente para algunos. Es un lugar ideal para adultos que buscan tranquilidad y relax.

Un lugar encantador con impresionantes vistas al mar. Las habitaciones son espaciosas y hay una zona comunitaria muy agradable. Perfecto para relajarse y disfrutar del ambiente tranquilo.

Lo único malo fue que no había piscina, así que tuvimos que moderar mis ansias de hacer una 'sirenita'.

Las vistas al mar desde nuestra habitación eran espectaculares, y la decoración en las áreas comunes del hotel era encantadora, creando un ambiente acogedor y relajante para todos los huéspedes. Cada mañana me sentía renovada.

Unas sillas más cómodas serían bienvenidas.